Ya sabes que todo el mundo tiene problemas con su empresa, a pesar de que no lo digan. ¡Incluso nosotros los tenemos!
Te cuento alguna, para que te hagas una idea de donde he estado metido.
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Contexto: arranque con Bamboo Arquitectura yo solo, con 23 años, en plena crisis inmobiliaria, sin tener ni idea de llevar un negocio.
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El segundo año, el estudio empezó a integrar también las obras de nuestros propios proyectos. Ganábamos más dinero con el ladrillo, que con el papel.
El cuarto año, empecé con mi primer emprendimiento digital, el marketplace de proyectos de arquitectura (stoor.pro), lo que hizo que me enfocara en ella, y tuve que delegar las operaciones de Bamboo Arquitectura en otros arquitectos del estudio.
Total, que confiaba en ellos y, yo no estuve encima. Confiaba…
De todos los arquitectos que pasaron por Bamboo Arquitectura, muy pocos entendieron la regla más básica de un negocio: ingresar más, y gastar menos. Muy pocos.
Nos pasábamos meses dándole vueltas al proyecto, sin terminarlo del todo, y claro, todos esos meses, los arquitectos tienen hambre y quieren cobrar a final de mes.
Una y otra vez, vendíamos barato (regalando nuestro trabajo) e incluso en alguna ocasión poniendo de nuestro bolsillo.
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La cuestión es que más de una vez, nos encontramos en esa incómoda situación de no llegar a final de mes, y pasarla verdaderamente mal para pagar las facturas.
Al final de la historia, todos cobraron: arquitectos, empleados, proveedores, asesores, externos… el cliente se llevaba su obra barata, y el que se quedaba con la cara de tonto, y sin dinero, era la empresa, Bamboo.
Tocamos fondo más de una vez, al borde de la bancarrota. Momentos bien jodidos.
Y como esta, unas cuantas más.
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¿Por qué te cuento estas historias?
Porque seguramente tú también estarás cometiendo algunos errores típicos de arquitecto que nunca aprendió de negocios (como yo en su día), y estarás pasando malos momentos por no poder llegar a fin de mes, o no poder hacer más dinero.
Si ese es tu caso, podemos darle la vuelta a la situación.
Seguro que lo podrás hacer solo… pero no se si te dará tiempo, antes de que tengas que tocar fondo y cerrar tu negocio.
Lo que te propongo es que trabajemos juntos y busquemos la solución mucho antes.
Entre los dos será más fácil. Y a la larga, más económico.
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Empieza completando el test de Prediagnóstico para ver qué podemos hacer para ayudarte.
El test es para determinar y calificar si deberías (o no) seguir con la consultoría de Diagnóstico y sobre todo en qué área.
Son 18 preguntas para responder en 20’ cada una, así que en teoría, no debería de tardar más de 6 minutos en responder este Test.
No te preocupes por las respuestas, responde lo primero que te viene a la cabeza, lo importante es que termines el cuestionario.
Al final recibirás un email con recomendaciones que te orientarán en los siguientes pasos.
Es importante que respondas a este cuestionario, para que podamos detectar dónde te podemos ayudar.
Y sobre todo para saber que vas en serio.
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Completalo y nos vemos al otro lado.
Hasta ahora,
Aitor